NOVAS SEMANAIS

luns, 11 de marzo de 2013

Declaración da familia da paciente falecida en urxencias do Hospital Xeral de Vigo

A lo largo de estos seis días que han sucedido a la muerte de nuestra tía, nos hemos visto envueltos, sin haberlo pretendido, en una marea de noticias, interpretaciones y declaraciones que no siempre han sido ajustadas a la verdad.
No queremos entrar en la guerra de lo que fué, lo que pudo haber sido, de quienes son culpables, de los recortes, de los boxes o demás historias. Lo que está claro, es que nuestra tía murió en la sala de espera, sentada en una silla de ruedas ante el asombro de los demás ciudadanos que allí se encontraban.
Es muy probable que su entrada en los boxes no le hubiera librado de morir, no pretendemos luchar contra lo imposible, pero nadie desea para un ser querido que sus últimos instantes de vida ocurran así.
La incredulidad y la indignación nos llena de ira ante un sistema hospitalario al que exigimos que se ocupe de dar auxilio y atención adecuada a un enfermo, respondiendo a sus derechos básicos como ser humano.
Muy pocos de los que han hablado estos días en los medios estuvieron presentes en esa sala el martes a las diez y media de la noche. Solamente los que acompañaron a nuestra tía durante más de tres horas pueden hablar, y como ciudadanos, opinar. Entre ellos nosotros.
Ni las declaraciones de la dirección médica del Xeral, ni de la conselleira de sanidade, ni del cuadro de médicos de urgencias, se centran en lo fundamental, el derecho a morir con dignidad que todos exigimos para nuestros enfermos.
Opinamos que en un país realmente respetuoso con sus ciudadanos, los responsables de dirigir las instituciones deben poner los medios necesarios para evitar sucesos similares en el futuro, antes que perder el tiempo y el dinero tirándose al circo mediático al que, desgraciadamente, nos tienen acostumbrados.
Ningún enfrentamiento político o laboral va a resolver una situación que esperamos no vuelva a ocurrir. Nosotros no vamos a entrar en esa guerra. La fiscalía decidirá hasta donde se debe llegar ante los hechos verídicos que pueda recabar en su investigación.
Nuestra guerra es otra, por ello exigimos que:
 Nos envíen a la máxima celeridad posible el informe médico completo, tal cómo nos ha garantizado el pasado viernes la dirección del Xeral “os lo enviaremos por correo cuando esté terminado”.
 Se analicen y revisen los modelos de atención de urgencias, sus protocolos y sus indicadores médicos de tal forma que no sea el tiempo de espera el parámetro que marca la buena o mala atención sino las medidas paliativas que se aplican en la fase previa a la atención facultativa.
 El trato a los ciudadanos sea el correcto, sin respuestas fuera de lugar en momentos tan críticos para el enfermo y sus familiares.
Nada más. Nuestro afecto hacia las personas que han compartido estos días con nosotros y nuestro recuerdo a Loli.

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